La tiroides es una glándula extremadamente importante para el funcionamiento de nuestro cuerpo, ubicada en la superficie frontal del cuello, en forma de mariposa.
Las hormonas tiroideas (tiroxina y triyodotironina) son responsables de nuestro metabolismo y procesos energéticos, así como de la termorregulación del cuerpo.
El hipotiroidismo es un factor de riesgo de enfermedad coronaria, especialmente cuando se asocia con hipertensión. También puede provocar coma.
¿Cómo se diagnostica el hipotiroidismo?
Si sospechas hipotiroidismo por tus síntomas, comunícate con tu endocrinólogo, quien te ordenará que te sometas a pruebas hormonales.
Te mide el nivel sanguíneo de TSH: tirotropina, una hormona producida en la glándula pituitaria anterior que regula la secreción de hormonas tiroideas: tiroxina (T4) y triyodotironina (T3). TSH elevada indica hipotiroidismo.
Tu médico también puede recomendar analizar el nivel de hormonas tiroideas libres en la sangre y los anticuerpos antitiroideos (contra la peroxidasa tiroidea – aTPO y antitiroglubiulina – TGAb).
A veces, también pueden ser necesarias una ecografía de la glándula tiroides y una biopsia con aguja fina de la glándula.
Si tu médico te ha diagnosticado hipotiroidismo, existen algunas reglas básicas que te ayudarán a ponerte en forma más rápido.
¿Cómo lidiar con el hipotiroidismo?
Como resultado de, por ejemplo, un proceso autoinmune, cirugía o radiación, sucede que la producción de hormonas tiroideas es insuficiente y se desarrolla hipotiroidismo. Este problema afecta especialmente a las mujeres, especialmente después de los 60 años.
Esto puede manifestar, entre otros: somnolencia, alteración de la concentración, fatiga, sensación de frío, aumento de peso, edema, estreñimiento, frecuencia cardíaca lenta y dificultad para respirar, deterioro del estado de ánimo e incluso depresión.
También hay trastornos menstruales y problemas para quedar embarazada, así como problemas estéticos: caída del cabello, uñas quebradizas, piel seca y asperezas en los codos y las rodillas.
Toma los medicamentos recetados por tu médico con regularidad
¿Un endocrinólogo te recomendó usar L-tiroxina sintética? Probablemente utilizarás estos preparados poduranter el resto de tu vida, en dosis que varían según las necesidades del sistema.
Recuerda tomar el medicamento recetado con regularidad, todas las mañanas, preferiblemente inmediatamente después de despertarte, con un vaso de agua.
Durante al menos 30 minutos (preferiblemente una hora), no comas nada, no bebas ninguna otra bebida ni tomes ningún otro medicamento por vía oral. Especialmente el café con leche puede interferir con la absorción de L-tiroxina.
Cuidado con los medicamentos
Para la producción de hormonas tiroideas se necesitan hierro, yodo y selenio. Entre los ingredientes cuya deficiencia también puede contribuir al deterioro de la función tiroidea, también se encuentran el zinc, las vitaminas A, E y D y las vitaminas B (B2 y B3).
También recuerda la suplementación con vitamina D, especialmente en el período de otoño e invierno. La vitamina D en personas con hipotiroidismo autoinmune actúa como inmunomodulador, mejorando el curso de la enfermedad.
Si estás tomando suplementos vitamínicos que contienen hierro, calcio o antiácidos en enfermedades del tracto gastrointestinal, informa a tu médico, quien le aconsejará sobre la forma adecuada de tomar estos preparados.
Si ingieres hierro o calcio antes de 4-5 horas después de tomar L-tiroxina, la hormona no se absorberá en el torrente sanguíneo y el tratamiento no será efectivo.
La nutrición regular es especialmente importante
Y la inanición promueve el desarrollo de obesidad y trastornos metabólicos. Las restricciones calóricas excesivas pueden aumentar los niveles de TSH y reducir la tasa metabólica.
La reducción de la ingesta calórica también afecta la actividad de la desyodasa en el hígado, la enzima que convierte la T4 en la hormona más activa T3, lo que conduce a una reducción de los niveles séricos de triyodotironina.
Dieta para el hipotiroidismo
En el caso del hipotiroidismo, la dieta debe ajustarse a las preferencias nutricionales del paciente, sus necesidades, el curso de la enfermedad y las enfermedades coexistentes, adecuadamente equilibradas, saludables y basadas en los principios de la nutrición racional.
No se recomiendan dietas muy bajas en calorías y las recomendaciones nutricionales deben adaptarse a las necesidades individuales, el peso corporal y la actividad física del paciente.
La base de la dieta es aumentar el suministro diario de proteínas a 80-100 g de proteína tanto vegetal como animal (carne, pescado, huevos) porque el aminoácido tirosina en la proteína es esencial para la formación de hormonas tiroideas.
También es importante consumir carbohidratos de bajo índice glucémico y ácidos grasos poliinsaturados (PUFA), especialmente del grupo n-3, que afectan el funcionamiento del sistema inmunológico.
Se recomiendan aceites vegetales, pescado, aguacates, nueces y semillas. También es muy importante el suministro adecuado de fibra dietética, mín 2 g/día
También debes recordar los peligros de una dieta sin gluten: deficiencia de calcio, magnesio, vitaminas B, fibra dietética y un índice glucémico más alto de los productos sin gluten.
Se recomienda comer verduras crudas que aumentan la excreción urinaria de yodo: coles de bruselas, nabos, colinabos, rábanos, repollo. Contienen bociógenos, que también pueden limitar la absorción de yodo de los alimentos.
Actividad física
La actividad física juega un papel importante en el hipotiroidismo. El ejercicio aeróbico matutino (es decir, caminar, correr, nadar) acelera su metabolismo.
Al menos 3 veces a la semana durante 30 a 45 minutos, realiza actividades físicas que no requieran fuerza, como caminar, aeróbicos acuáticos, estiramientos, pilates.
Notarás rápidamente una mejora en tu estado de ánimo, aumento de energía, metabolismo mejorado y mejor control de peso.
Sueño regular
Los problemas del sueño que ocurren en personas con hipotiroidismo son principalmente somnolencia excesiva y sensación de falta de sueño. Cuida un sueño saludable, regular y de buena calidad.
Duerme al menos 7-8 horas al día, acuéstate y levántate a la misma hora, incluidos los días festivos. También es muy importante dejar de fumar y evitar el estrés.
Embarazo y lactancia
Durante el embarazo, aumenta la necesidad de yodo y hormonas tiroideas, por lo que tu médico puede decidir aumentar tu dosis de L-tiroxina. Comunícate con tu endocrinólogo si la prueba de embarazo es positiva.
Durante el embarazo y la lactancia, también se recomienda tomar suplementos de yodo en una dosis de 150-200 µg al día y 2000 UI de vitamina D3.