Tal y como su nombre lo indica, la dieta hiperproteica es una dieta que se basa en una alimentación rica en proteínas (proteínas animales o vegetales), en detrimento de los glúcidos y lípidos.

La fuerte disminución de los glúcidos y grasa, obliga al cuerpo a recurrir a las reservas para hacer funcionar el metabolismo y los músculos.

Las proteínas evitan la sensación de hambre, el cansancio intenso, el insomnio, los calambres etc…

Cuando haces ejercicio con una dieta hiperproteica las reservas de grasa se irán consumiendo poco a poco y así se reducirá tu cintura, caderas e irás perdiendo peso paulatinamente, respetando tu integridad biológica.

Además, la dieta hiperproteica permite mantener y desarrollar la masa muscular. Por lo tanto, es una dieta que es perfectamente adecuada para mejorar tu figura

Estamos acostumbrados a que nos digan lo importante que es reducir el consumo de azúcar pues esta asociado directamente a la obesidad y otras patologías.

Sin embargo es importantísimo dejar de comer en exceso carbohidratos, sobre todo refinados, debido a que estos alimentos están muy procesados, no contienen fibra y nutrientes originales y, por tanto, se convierten en glucosa rápidamente.

Se trata de estar en ayunas durante 16 horas y comer solo 8 horas al día, que suele ser entre las 12 del mediodía y las 8 de la tarde.

En cualquier caso, se recomienda no comer excesivamente en los días en los que no se ayuna.

Diversos estudios han demostrado que dormir bien por la noche adelgaza, sin embargo dormir mal o no dormir lo suficiente esta asociado a un aumento de la obesidad.

Esto se debe a que el sueño insuficiente o de mala calidad ralentiza el metabolismo y puede aumentar la producción de insulina y cortisol.

En ambos casos, se almacena más grasa, por otro lado el sueño regula también las hormonas que controlan el apetito.

👉 ¿Qué puedes hacer para dormir mejor?

En primer lugar es importante manejar los niveles de estrés durante el día y tomar algún suplemento por la noche.
Hablaremos de este tema en próximos blogs

Cuando estamos constantemente estresados, el cortisol puede permanecer en el torrente sanguíneo más tiempo, provocando que aumente el apetito.

Un estudio demostró que las personas que se sometían a un programa anti-estrés reducían su obesidad por lo que es positivo controlar aquellas actividades o personas que nos producen una mayor cantidad de estrés.