Aunque los huesos parezcan estructuras duras e inertes, son tejidos vivos.
A lo largo de la vida de una persona, el cuerpo elimina constantemente hueso viejo y crea hueso nuevo.
Cuando se elimina hueso viejo a una velocidad superior a la que se produce hueso nuevo, tiene lugar una pérdida de masa ósea.
La pérdida ósea puede provocar osteoporosis, una enfermedad en la que los huesos se vuelven débiles, frágiles y más propensos a las fracturas.
La osteoporosis puede avanzar sin dolor ni síntomas hasta que se rompe un hueso. Las fracturas suelen producirse en la cadera, la columna vertebral y las muñecas.
La clave para reducir el riesgo de padecer osteoporosis y una mala salud ósea reside en fortalecer los huesos y minimizar los riesgos de sufrir una fractura, llevando un estilo de vida activo y una buena alimentación.
La pérdida ósea en mujeres se produce a una mayor velocidad en los primeros años tras la menopausia, pero continúa hasta y durante la vejez.
Los factores que pueden contribuir a la pérdida ósea incluyen una dieta baja en ciertos micronutrientes, como el calcio, y más de 11 minerales así así como la carencia de la vitamina D,
la falta de ejercicio, el uso a largo plazo de ciertos medicamentos (p. ej., corticosteroides) y un nivel bajo de hormonas sexuales sobre todo, (testosterona).
Una nutrición adecuada
Como resultado del cambio que se ha producido en los últimos años en los estilos de vida y hábitos alimenticios, muchas personas ya no reciben la cantidad de nutrientes necesarios para la formación de los huesos.
También se utilizan suplementos dietéticos apropiados y alimentos enriquecidos para asegurar un aporte suficiente.
La pérdida de fuerza y masa muscular, especialmente es ausencia de actividad física, puede reducir la fuerza y estabilidad ósea, aumentando el riesgo de caídas y de fracturarse un hueso.
Los beneficios para la salud ósea de una ingesta sana de nutrientes se pueden reforzar con el ejercicio físico frecuente y un estilo de vida sano.
El fortalecimiento de los músculos, (que reduce la pérdida de equilibrio o el tambaleo), es de suma importancia, de ahí la necesidad de tomar proteínas de alto valor biológico
Otros micronutrientes
La vitamina K está siendo foco de atención de la investigación actualmente debido a su papel en la salud ósea, ya que activa una proteína que une el calcio a la estructura ósea.
Algunos estudios clínicos han mostrado una reducción en las fracturas, un aumento de la densidad mineral ósea o signos de un aumento de la formación ósea tras la suplementación con vitamina K (27-29).
La vitamina C y las vitaminas del grupo B, son necesarias para producir colágeno, una parte esencial del material orgánico que mantiene unido al hueso.
Una mayor ingesta de vitamina C puede ayudar a reducir la pérdida ósea.
Una combinación de vitaminas B6, B12 y B9 (ácido fólico) también podría ayudar a disminuir el riesgo de osteoporosis al reducir la concentración de homocisteína en la sangre, que se ha sugerido que puede estar asociada a una salud ósea deficiente
Todos los minerales son importantes, pero el magnesio, zinc y el fósforo son esenciales para formar huesos sanos.
El fósforo, que forma un complejo con el calcio en la matriz ósea, supone alrededor de la mitad de todo el mineral óseo.
El magnesio y el zinc constituyen una parte inferior del mineral óseo. Las vitaminas y los minerales trabajan juntos para mantener la salud ósea.
Está surgiendo evidencia que sugiere que el consumo de pescado, o los ácidos grasos de cadena larga omega 3 que contiene, podría tener propiedades para la preservación de los huesos.
El estrés oxidativo puede reducir la actividad de las células responsable de la formación de los huesos.
Los ácidos grasos de cadena larga omega 3, han mostrado un efecto antiinflamatorio y podrían bloquear los efectos del estrés oxidativo, lo cual aumentaría la formación ósea.
El estrés oxidativo puede reducir la actividad de las células responsable de la formación de los huesos.
Los antioxidantes entre ellos el más importante EL GLUTATION, han mostrado un efecto antiinflamatorio y podrían bloquear los efectos del estrés oxidativo, lo cual aumentaría la formación ósea.